Llegué a esta canción por la playlist de La Otra Escena. Desde la primera escucha, algo sucedió. Me cambió el estado. Remeció el presente y se lo llevó. ¿Qué hay detrás de estos sonidos y letras? Te invito a revisarlo ahora.

La humedad, los grises, el frío, la melancolía y la nitidez de los sentimientos encontrándose y pasando en forma de fotogramas, para luego mezclarse con melodías y sonidos del indie rock contemporáneo, se dibujan en esta postal de la banda santiaguina Pasaje Submarino.

Se trata del tercer single de su primer EP “Pasadena”, vuyo álbum nace de un largo trabajo de grabaciones caseras. “Llueve”, precisamente, me trasladó a las emociones íntimas, tras un sueño de Ariel González, quien compuso esta canción.

Está lloviendo en mi ventana, el invierno me acompaña esta tarde que vendrá

Y no entiendo qué es lo que pasa con la nostalgia, fluye en mi alma un minuto para soñar

En medio de un frío invierno del 2017, una melodía apareció en su cabeza mientras dormía, como un soundtrack inconsciente que acompañaba su estremecedor sueño. No recuerda de qué se trataba, pero sin duda despertó un profundo sentimiento de nostalgia que incluso le provocó ganas de llorar. “Tuve la suerte de poder despertar entre medio de la noche para poder grabarla en mi celular y trabajarla al otro día, el cual me acompañaba con un particular clima lluvioso que me condujo sutilmente hacía su temática”.

Infinito amanecer me acompaña, crea un sublime resplandor que me hace viajar.

La canción es una oda sobre lo conmovedor que puede resultar un paisaje y como éste puede influir emotivamente en el día cotidiano de un ser humano: como un ente que un día despierta maravillándose con un simple atardecer y se siente absolutamente gratificado por lo que observa.

Sigue lloviendo por la mañana, estoy sintiendo que se prepara un sentimiento emocional

Infinito amanecer me acompaña, crea un sublime resplandor que me hace viajar.

Si bien los versos surgieron fácil y fluidamente, Ariel pasó mucho tiempo estancado hasta concretar un coro que cumpliera sus expectativas y que le otorgara continuidad a la canción sin que resultara demasiado empalagosa. No fue hasta la primavera de 2018 que después de probar todos los acordes y combinaciones posibles, logró dar con ese acorde aumentado que lo condujo hacía el coro definitivo.

Infinito amanecer me acompaña, crea un sublime resplandor que me hace viajar.

Así, la canción se conforma de un sonido indie rock contemporáneo, que contrasta bien con acordes y arpegios sencillos que van dibujando su armonía. Consta de dos solos de guitarra, siendo el último el más épico que nos dirige hacia la parte de mayor clímax donde simultáneamente van ocurriendo cambios de armonía que, al unísono, evocan atmósferas y sentimientos diferentes. Para concluir con el coro final, que contiene una batería un poco más frenética y arreglos de bajo en descenso que le dan mayor potencia.

Puedes escucharla en Spotify si haces click aquí.